Día 1: Desde La Paz a Copacabana
Fue en el Gran Lago donde todo comenzó. En los inicios de la vida, Viracocha eligió el más solemne paisaje para dar vida a este glorioso imperio, el Imperio del Tawantinsuyo.
Una buena alternativa para llegar a Cusco, si tienes unos cuantos días de más, es hacerlo vía La Paz . Mi día partió muy temprano arribando al frío aeropuerto de la ciudad de El Alto a 4.000 m.s.n.m. Allí me esperaba muy gentilmente quien fuera mi guía por algunas horas antes de emprender viaje hacia el Titicaca.
La ciudad de La Paz se comienza a asomar desordenada y espontánea a mi paso, una ciudad dibujada por la calidez y amabilidad de su gente. Imperdible sus empanadas salteñas que debes comer con una cucharita. (Importante detalle la cucharita esa, te acordarás de mí).
Pasado el mediodía ya tomaba el bus hacia la ciudad balneario de Copacabana, distante unas 4 horas de La Paz. El bus comenzó a internarse en una carretera recta y larga que avanzaba sobre el altiplano boliviano. El paisaje es asombroso! De telón de fondo se ven los grandes nevados de la Cordillera de Los Andes. De pronto se comenzaba a asomar el lago navegable más alto del mundo, el Titicaca. El limpio cielo hacía lucir aún más las aguas del gélido lago. Realmente todo el viaje es alucinante, por eso insisto en que si tienes días de más considera llegar a Cusco vía La Paz.
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Después de unas 3 horas de camino, llegamos a un estrecho, el estrecho de Tiquina. Acá todos debemos bajar del bus y cruzar en un bote que nos lleva a la otra orilla, mientras el bus lo hace en una barcaza aparte por seguridad. El fuerte viento que se produce levanta un poco de oleaje, lo suficiente como para tambalear el bote en que íbamos.
Mamá! Exclama un chico de unos 8 años un tanto asustado por el movimiento.
Después de unos 15 minutos ya estamos en la otra orilla. Artesanías, dulces, galletas… de todo para continuar el viaje puedes comprar en cada orilla. El bus demora un poco más en cruzar hasta que por fin llega (el viento es un tanto frío).
Seguimos nuestro viaje de unos 45 minutos más, siempre bordeando el lago, tratando de obtener la mejor foto. Son 4 horas de viaje que para ser honesto, ni se sienten. Claro, no se sienten para mí!! Voy mirando todo lo que puedo.
De pronto, detrás de varias curvas, se comienza a divisar lo que sospecho que es Copacabana. Mis sospechas duraron muy poco, porque es igual a cómo la vi en Google. La ciudad es chica pero muy tranquila, conocida por sus casas con tejados rojos y sus festivales religiosos, es la ciudad desde donde salen las excursiones para visitar la Isla del Sol y la Isla de la Luna, que es desde donde se inicia la Ruta de Mancocapac (pero eso le veremos en la siguiente entrada).
Mi hotel es el Hotel La Cúpula, un lindo hotel de 3 estrellas que cuenta con lo suficiente para un par de noches. Habitación con baño privado, wifi, desayuno, guatero (sí, bolsa de agua caliente para las frías noches altiplánicas), y lo mejor, una vista panorámica de toda la bahía.
Cansado ya de andar todo el día viajando a 4.000 m.s.n.m, busqué un lugar para comer algo, una cerveza y a la cama. Mañana temprano comienza la gran ruta y quiero descansar.